LULA LUCIÉRNAGA en El Barco de Vapor
En lo profundo del bosque un grupo de insectos ensaya un teatrillo de sombras. Lula Luciérnaga es la encargada de la iluminación, pero la noche antes de la función pierde su luz de forma accidental. Temiendo por la representación, ella y sus mejores amigos, Avispa y Rino, emprenden un trepidante viaje en busca de alguien que pueda prestarles su luz durante unas horas. Viajarán a las estrellas, al corazón de la tormenta y hasta el fondo marino, donde el Pez Linterna trabaja como acomodador del Gran Teatro. ¿Lograrán que alguien comparta con Lula su luz por una noche?
El libreto de Lula Luciérnaga, ilustrado por Luisa Uribe, acaba de ser publicado en la Serie Blanca del Barco de Vapor, dentro de la iniciativa de la editorial SM de aumentar los textos dramáticos destinados a los lectores más jóvenes. ¿Y cómo no desear que gracias a estos libros muchos de ellos puedan descubrir el teatro, bien leyendo las obras en silencio o declamando sus diálogos en voz alta? ¿Y no se lanzarán algunos a interpretarlas con guiñoles o junto a sus familiares? ¿Soñarán con llevar estas obras a escena junto a sus compañeros en una función escolar?
Es curioso como cada libro tiene su propia trayectoria, su vida previa a ser publicado tal y como lo conocemos, y pocas veces es una línea recta. Hace ya bastantes años, en una época en la que residía en Valencia, un par de amigas, Gloria y Lucía, vinieron a verme a casa para proponerme que escribiese una obra de teatro infantil. Ella y un grupo de amigos, veinteañeros en su mayoría y de procedencia muy diversa, estaban buscando un proyecto para trabajar juntos y dar forma a “algo”. Había un gran deseo de exploración y juego en esa propuesta, de probar las propias capacidades y disfrutar de las de los demás. Acepté y escribí Lula Luciérnaga pensando en algo sencillo pero que ofreciese un terreno lleno de posibilidades escénicas. Durante los siguientes meses cada cual puso en el proyecto sus talentos y su entusiasmo, y así la obra fue tomando forma. Diseño de vestuario, música, dirección de escena, iluminación, escenografía, interpretación. Lula Luciérnaga cobró vida por primera vez durante unas pocas representaciones.
Años después, barajando distintos proyectos con la ilustradora alicantina Paula Alenda, acariciamos la idea de autoeditar en su línea de papelería Con trompa y cartón el libreto de Lula Luciérnaga ilustrado por ella y acompañado por un teatrillo de papel y cartón con el que ponerlo en escena. Paula se puso manos a la obra y Lula y sus amigos aparecieron en sus acuarelas, como siluetas recortables enmarcadas en un precioso teatro de cartón diseñado para la ocasión.
La obra, que ha crecido a lo largo de este proceso, tiene ahora más personajes y la acompaña, como es habitual en las obras de teatro del Barco de Vapor, una introducción con anotaciones sobre los personajes y sugerencias que despierten y estimulen la imaginación a la hora de ponerla en escena. Dado que la historia gira en torno a la búsqueda de luz por parte de Lula y su peregrinaje por distintos seres y fenómenos naturales dotados de esta, la iluminación tiene un protagonismo especial, con propuestas sencillas pero eficaces que potencien tanto su efecto estético como dramático. Baile, percusión, teatro dentro del teatro, la obra admite explorar en distintas direcciones, ampliar o reducir los participantes, representarlo en un espacio doméstico o en un gran escenario, de manera que cada cual pueda hacerla suya.
Recordando ahora todo esto, a aquellos amigos que vinieron hace años a pedirme una obra de teatro movidos por el deseo de trabajar en algo que les entusiasmase y les permitiese descubrir de lo que eran capaces, pienso que acertaban, y que el teatro puede ser ese lugar, esa oportunidad que te permite hacer lo que solo no podrías lograr, y descubrirte así de un modo distinto en combinación con los talentos de otros.